Todos mis broches van surgiendo de manera espontánea en momentos de "inspiración". Una vez que decido el color, voy preparando diferentes cintas (de raso, organza...) en varios tonos y tamaño. Después saco todo los abalorios (cuentas, cristales, piedras, perlas...) que me puedan combinar. Y ya sólo me queda ponerme manos a la obra.
Pero en este caso, se puede decir que es un broche "a medida", ya que me lo encargaron para una prenda determinada. Aquí combiné los dos tonos grises y el color rojo de la rebeca. A su dueña le ha gustado mucho como quedó.
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